Me he topado con algo muy
interesante y me gustaría compartirlo. Dos grandes filósofos,
cuatro siglos antes de Cristo, citaron unas frases que nos
resultarían familiares y habituales a las generaciones actuales:
-Los
jóvenes de
hoy
en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su
comida, y le faltan al respeto a sus maestros.
-¿Qué
les pasa a nuestros jóvenes? No respetan a sus mayores, desobedecen
a sus padres. Ignoran las leyes. Hacen disturbios en las calles
inflamadas con pensamientos salvajes. Su moralidad decae. ¿Qué será
de ellos?
Estas
frases
fueron dichas por dos de los grandes en sus tiempos, Sócrates y
Platón, respectivamente. Nos
puede resultar extraño, ya que doy por sentado que todo el que está
leyendo este texto, habrá escuchado una
oración
similar a
las
anteriores
alguna que otra vez. Y
es que, sobretodo los más mayores, tendrán en sus mentes
pensamientos semejantes
al par de filósofos nombrados; ya que, por suerte o por desgracia,
las cosas en este mundo cambian,
y con él, también lo hacen las personas y los valores.
Pero
yo pienso y pregunto: Si estos pensamientos eran dichos hace dos mil
cuatrocientos años (año arriba, año abajo), y con el paso de este
período de tiempo hasta la actualidad se ha seguido diciendo, ¿eso
significa que nuestros valores actualmente son detestables?, ¿o más
bien la gente hace dos milenios era excesivamente correcta, cordial y
educada? Yo
confío en que ninguna de las dos preguntas es la que se debe
formular para llegar a una conclusión sobre esto. Simplemente
hay que reflexionar y pensar que cabe la posibilidad de que se haya
producido un cambio en nuestro comportamiento y manera de pensar al
irnos haciendo mas mayores, a la vez que sabios, confío. De esta
manera podemos llegar a recapacitar sobre dicho tema y afirmar que no
son las actitudes de los jóvenes, las que cambian, sino las
nuestras, ya que vamos adquiriendo con los años, la capacidad de
saber que cosas están bien y cuales no tanto.
Resultará
extraño leer estas palabras del puño y letra de un joven de
dieciséis años, pero creo que no es una edad temprana como para no
poder deliberar una opinión sobre este
tema.
¿O
no es así?
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